miércoles, 8 de octubre de 2008

El que no es nadie... es algo.

Me pregunta alguien por qué me gusta la noche ( la verdad es que no me lo ha preguntado nadie pero no sabía como empezar ). Contaré una anécdota para explicarlo:
Habia una vez un hijodeputa, había muchos pero yo coincidi con este; resulta que no recuerdo asunto de qué, el caso es que acabamos enfrascados en una discusión, absurda probablemente, y en un momento dado el sinsustancia me suelta: "Pero tú, chaval, tú no sabes con quién estás hablando, yo soy el director de..."nosequécojones", dijo (no es que dijera "nosequécojones" si no que no recuerdo de qué era director). Total, que a mí, después de salir de mi estupor, no se me ocurrió mejor cosa que decirle: "Serás director de lo que sea de ocho a tres, pero ahora no eres más que un gilipollas borracho y baboso" (si, ahora recuerdo que le dijo alguna grosería a mi acompañante). Y fue fulminante mi respuesta, el idiota se quedo callado y se fue a tomar por el culo, espero.
¿Y que tiene que ver esto con la noche? Bastante, entre otras cosas, la noche nos muestra a cada uno tal y como somos como personas (qué cursi suena esto). Quiero decir, de noche nadie es más ni menos que nadie y en cualquier garito, te encuentras al fontanero de charla con el abogado o al director de la sucursal intentando ligarse a la cajera del super y eso está bien y cada uno es como es, tal cual. Porque ya sabemos que, generalmente, el que no es nadie, es algo.

1 comentarios:

JuanRa Diablo dijo...

Me niego a que esta entrada no tenga comentario.
De todas las definiciones de la palabra "noche" que haya podido leer, esta es la que más me convence.

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