miércoles, 1 de octubre de 2008

¿Lo has hecho alguna vez con el Bolero de Ravel?

Al final probé. Una chorrada como otra cualquiera pero, ya se sabe que en esto del sexo, lo primordial es divertirse y ahi fue donde surgió el primer problema. ¡Que monotonia, por Dios!. Que sí, que vale, que dura 17 minutos y lo del crescendo, que sí, pero resulta que a mi me pilló con los preliminares; que uno se esmera coño y uno va a su ritmo y al de su partenaire claro. Que ahi está la gracia, en coordinar con la pareja, no con Ravel.
17 minutos, ¡anda ya, soso, que eres un soso Maurice!. Total, que el puto ritmito reiterativo del Bolero que no es bolero, me estaba taladrando y acabé estampándole el despertador al mp3.
Trás una breve pausa, inevitable para recuperar la serenidad que la mierda del bolero habia alterado,.no nos rendimos y, puestos a experimentar tópicos, lo hicimos con el Still lovin you que tantos orgasmos amenizó en los ochenta. Qué buenas eran las baladas de los Scorpions. ¿Eran o es?¿ No son todas tirando a iguales?. Un principio acústico para pasar al guitarreo heavy. Tios un poco de imaginación, que no vale cojerle el truco y repetirse hasta la saciedad, un poco morro ¿no?. Así que nada, como melómano que soy, me negé a echar un polvo tan comercial.
Mi acompañante, que es una nostálgica, propuso entonces aquél clásico que cantaba o más bien jadeaba Jane Birkin con su marido, Je t´aime... moi non plus. "Ni hablar", dije:"puesto a escuchar jadeos, me quedo con los tuyos, princesa", a lo que ella respondió con una sonrisa; ¡qué momento más bello!. Bueno, a lo que estamos que me distraigo.
Nos planteamos entonces, darle un toque más actual al coito y pensé en utllizar Noche de sexo de Wisin y Yandel, pero no le hizo mucha gracia: "Mira, que cumplas mis fantasias, vale, que me comas toda, vale, pero eso de que voy a ser toda tuya...". "De eso nada, yo soy mia y muy mia y esos rollos de machito me resbalan y además a tí no te pegan nada". No le faltaba razón. Desprecio hasta el infinito los "regetones" y ese rollo de duritos machistas minipollas.
"Oye, mi amor", concluyo, "hagámoslo a nuestro estilo, regodeémonos hasta el éxtasis y cuando estemos a punto, pon a toda hostia Hells bells de AC/DC. ¡¡¡Doong!!! ¡¡¡Doonngg!!!". "Qué bruta eres mi amor". Y... ¡qué noche la de aquel día!

1 comentarios:

María Jesús dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

COMPARTE ESTA ENTRADA O IMPRÍMELA