Souvenirs

Como veo que estas entradas asi en plan cultural tienen un éxito abrasador (o es abrumador o arrollador o loqueseador, es igual). Que vaya, que como veo que las contestan cuatro, selectos, pero cuatro, pues eso, que voy a seguir con otra más; pero solo por joder, eh, sin más.

No en serio, es que no hacen más que aparecer noticias que me enebran (o es enervan). Vale, vale, que ya dos veces la misma gracia no tiene idem.

Os cuento: Que he leido hoy lo del chino este y me ha encantado. La historia tiene algo que ver con la entrada anterior y es la puta manía esa de creerse aqui, en el primer mundo, que somos asi como los amos de la barraca.

Ya antiguamente pasaban estas cosas. Iban los conquistadores, que eran los güays, y venga, que me llevo estas figurillas de oro pa´ la parienta y la pirámide azteca, porque no me cabe en la carabela que sino.... Por cierto, lo de Colón no eran tres carabelas sino dos y una Nao, que es otro tipo de barco (Nota pedante-cultural). Bueno a lo que vamos, que ya estoy otra vez por los cerros (hacía tiempo que no andaba por alli).

De esto de los saqueos saben mucho en Egipto que todavía están esperando que les devuelvan sino todo, sí al menos piezas destacadas como el famoso busto de Nefertiti que Alemania se niega devolver. Pues lo de China debe ser parecido.

Las figuras que se subastaron formaban parte de una fuente y cada cabeza de animal representaba un signo del zodiaco chino. Es decir que existen doce figuritas de otros tantos animales. Fueron robadas por tropas francesas y británicas tras destruir el Palacio de Verano de Pekín en 1860 y ahora estaban, vaya usted a saber por qué, dos de ellas, en manos de Yves Saint Laurent. Total y en resumen, que me enrollo mucho, que China quiere que le devuelvan todo lo que les robaron y los otros que no les sale de los cojones, y ahi andan.

No sé, imagínate, es como si a Cataluña le robaran unos documentos y se los llevaran a Salamanca, por poner un ejemplo que me acabo de discurrir... Espera, esto paso, ¿no?

La otra historia tiene más saña si cabe. Se trata de las gafas de Gandhi que, a pesar de la protestas de la India e incluso de los familiares del lider pacifista, van a ser subastadas en Nueva York. Una vez más, un objeto que supone todo un símbolo para un país, acabará vendiéndose como vulgar merchandising de lujo para algún pijón caprichoso.