Bien, pues ya está, ya sabemos cómo es el asesino confeso de Nagore. En contraste con otros crimenes similares, en éste ha habido que esperar a las imágenes de video del juicio para verle la jeta. Es significativo como tratan estos temas desde la empresas de comunicación dependiendo de la clase social y las influencias de los implicados. Tampoco tengo muy claro que esa exhibición del dolor en los medios, sobre todo en televisión, no tenga finalmente el efecto contrario.
Hablé en su día sobre el desgaste, por su mal uso, de la palabras. Creo que en estos casos corremos el riesgo de perder la perspectiva. Vemos en un canal a una madre reclamando justicia, nos indignamos, nos demostramos lo humanos y solidarios que somos y cambiamos de canal. De repente estamos viendo a Belén Esteban soltando improperios y también nos indignamos. Yo no soy psicologo pero dudo mucho que haya cerebro capaz de discernir a la larga la gravedad o insignificacia de lo que vemos y nos encontramos con situaciones tan surrealistas como páginas de apoyo a asesinos (Leed esto, con tu permiso, Mónica) o al propio asesino declarando que reconoce que cometió un error y que debe pagar. No, cabrón, un error es echar sal en el café. Matar a una chica es matar a una chica y es lo peor que le puedes hacer a alguien. Es que esa persona ya no vive más, dejémonos de tópicos desgastados; que si la pobre chica tenía sueños y sonrisas y proyectos porque a base de escucharlos pierden fuerza y acaba apareciendo un anormal haciendo comparaciones sin sentido, diciendo que el pobre hijodelagranputa también se ha arruinado la vida y que todos merecemos una segunda oportunidad. Esta frase también tan manida, me pone de los nervios. ¿Una segunda oportunidad exactamente para qué? ¿Para enmendar tu error? ¡No puedes idiota, la has matado! Una vez que matas a alguien ya no puede vivir -esto parece una chorrada pero igual es necesatio recordarlo- Al matarla le has quitado la oportunidad de vivir, no la has expulsado de la casa de gran hermano. ¿Una nueva oportunidad para recuperar tu reputación?¿Qué reputación? No eres una persona normal. Eres una persona capaz de matar, pero ya lo eras antes del crimen. Ya sé que los expertos dirán que cualquiera, en según que circunstacias, es capaz de matar. No estoy en absoluto de acuerdo. Todos hemos vivido circunstacias extremas, no hemos nacido ayer y hasta en la bronca más gorda una persona normal sabe parar. José Diego Yllanes no, José Diego Yllanes no es capaz de parar. Todos tenemos un limite, una frontera que la gente normal no cruzamos. A José Diego Yllanes le basta al parecer un poco de alcohol y el rechazo de una mujer para cruzarla. Nunca entenderé el atenuante de embriaguez. Nunca entederé ningún atenuante, la verdad. Volvemos a lo mismo, no hemos nacido ayer y creo que todos nos hemos agarrado un ciego del diez, nos hemos liado con alguien y nos hemos puesto cachondos perdidos y a todos, en alguna ocasión, nos han dicho o incluso hemos dicho: "No quiero seguir más" y no ha pasado nada. Uno se viste o se abrocha o se sube la bragueta y se acabo. Pero José Diego Yllanes no, dice que no recuerda nada por el alcohol y por la excitación. Yo no sé como se excitan los demás pero si a este capullo le produce amnesia imagino como será cuando tenga un orgasmo; lo mismo tiene un viaje astral.
Dice el juez que no estamos ante un caso de violencia de género. No lo sé y es más me parece que me es indiferente. Si eso sirve para aumentar la condena vale. Si sirviera para que, sobre todo los padres, reflexionasen sobre qué valores inculcan a sus hijos, en qué momento se saltan el capitulo del respeto a los demás -me da igual al negro, a la mujer, al extranjero, al empleado o al vecino de abajo- entonces sí, entonces me apunto y llamémosle como quieras: de género, de número o de hostias putas. Pero me temo que no, me temo que el etiquetar el crimen solo sirve para que demagogos y oportunistas suelten discursos llenos de populismo y vacios de soluciones.
Quizá si se hiciese más hicapié en términos como el respeto, la empatía, la solidaridad y menos en ese "ser alguien en la vida"... ¿Alguien, qué? ¿Una gran persona? ¿Un gran triunfador? ¿Y qué es triunfar?
No nos engañemos. José Diego Yllanes no es un mierda por haber matado a Nagore, José Diego Yllanes ya era un mierda antes. Un mierda capaz de matar a Nagore. Un mierda al que le procupaba más la escena que iban a encontrar sus padres que el hecho de haber quitado la vida a una persona. Como el niño que ha roto un jarrón y eso era aquella chica muerta, y no más, para José Diego Yllanes.
Todo ello presuntamente, claro, como mandan las buenas formas.
Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2009/11/04/sociedad/navarra/una-personalidad-desdoblada-detalles
PD: Existe una página donde quien quiera puede dejar su mensaje de condolencia a la familia de la chica, es esta: http://justiciaparanagorelaffage.wordpress.com/
9 comentarios:
Matar siempre sera quitar una vida ,aunque lo intentemos disfrazar de lo que sea,y el que mata un asesino,saludos.
¿Sabes lo que ocurre Fran? Que aunque la forma en que lo has expuesto sea una verdad como un templo, es tan hiriente y pone tanto el dedo en la llaga que estoy seguro de que no te la dejarían publicar en los medios, simplemente porque escuchar la verdad jode mucho.
Siempre saldría alguien con un "Sí, pero ten en cuenta que el alcohol..." "No se debe juzgar en caliente" y con absurdos parches de ese estilo.
Me temo que se pasará página como tantas otras veces más y esta noticia formará parte de la gran lista de desencantos que hay ante la falta de una verdadera justicia en este pais.
Ole tus güevos por escribir así.
Severino: Tienes razón, matar no tiene justificación alguna en ningún caso
JuanRa: Te aseguro que he analizado este caso con absoluta frialdad intentando evitar las típicas reacciones viscerales que estos casos le producen a uno. Solo intentaba reflejar eso, que no creo en lo del buen chico que de pronto se convierte en Míster Hyde.
Maria Jesús: Hombre, cuánto tiempo. Bueno, eso del alcohol es que me extraña que al volante o sea para la DGT sea un agravante y en otroa casos sea un atenuante. Uno ha de ser consciente de si mismo y pensar que si el alcohol te hace perder los estribos has de controlar hasta donde puede beber.
Me alegra mucho volver a saber de tí. Reconozco que te echaba virtualmente en falta. Eras una de mis desconocidas favoritas y de repente te esfumaste. Espero que te vaya todo bien con tu gente, tus libros y todos tus proyectos literarios. Eso sí, con todos los respetos, creo que la nueva foto no te hace justicia, si me permites el atrevimiento. Un beso guapa.
Cortarle la polla, metérsela en la boca y que se ahogue con ella dentro; eso es lo que me dan ganas de hacer... pero no lo hago... porque sé dónde están los límites.
Vi en su día lo del apoyo al asesino y aún me dura la estupefacción; la sociedad está enferma y la gente es gilipollas.
No se me ocurre nada más que decir, porque creo que ya lo has dicho tú todo.
Un saludo.
Bueno, peibol es lógico que estos casos nos inspiren ese tipo de reacciones. Por eso me maravilla más si cabe la reacción de la madre de Nagore, una señora con mayúsculas que, lejos de clamar venganza, como seria lo lógico, lo único que pide es la máxima pena de 20 años y que la cumpla integramente. Para quitarse el sombrero.
No lo he podido leer, puesto que este tema solo lo escuche una vez y se revolvieron las tripas de una manera que juré no ver nada más. Tambien me planteo, si esta bien, radiar, televisar y tratar este tema a modo espectáculo. Que impactante ver esas imagenes del piso, de las camaras, del juicio.No se, a mi me recuerda a lo del antiguo Diario "El Caso". Pobre Nagore, DEP
Patxi: Ya digo en el artículo que lo que hacen los medios con estos casos es bastante, digamos, desagradable, por ser suave. Gracias por pasar por aqui y sobre todo por participar
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