¿Pero tú quién te crees que eres?

Seguro que alguna vez os han soltado la frasecita de marras. Bien, analicemos; evidentemente estamos ante un claro ejemplo de pregunta retórica, es decir, el membrillo que te la suelta no es que crea que tienes una secreta identidad tipo Batman o Superman, ni se pregunta quién consideras tú que eres en ese momento preciso, como si tuvieras un desdoblamiento de personalidad o algo así, no.
La cosa se entiende mejor escuchando la versión íntegra de la frase: "pero tú quien te crees que eres, para hablarme a mi así". De esta forma la cosa está más clara. El "calamar" viene a decir que existe una distancia jerárquica entre tú y él que te desautoriza por principio a dirigirte a él en según que terminos o formas.
Obviamente, existen cierto tipo de relaciones y personas ante las cuales hay que guardar un lógico respeto, pongamos por caso, un hijo con sus padres (su padre y su madre que dirian los "políticamentecorrectosyplastas") o un alumno ante su profesor o, en otro caso, no puedes ir y decirle a Albert Einstein que la teoria de la relatividad es una mamonada, porque tu conocimiento sobre la materia, está por debajo del suyo y además porque Albert Einstein está muerto hace un huevo.
Pero ¿qué ocurre cuando, como suele ser habitual, quien te lo dice no es más que un soplagaitas?, "¿Quién eres tú para hablarme a mí, así?". Quizá la cuestión no sea esa, sino ¿quién te crees tú para pensar que no se te puede hablar así?. ¿Qué, eres más rico, más listo, la tienes más grande? ¿eres el hijo de Dios y no nos hemos enterado?, o eres otro mierda acomplejado que necesita menospreciar al prójimo para sentirse alguien.
Mira, se me ocurre, por contestarte algo, una frase que solia decir un muy buen amigo mio en casos así: "acabo de follarme a tu puta madre y me preguntas qué quién soy yo para hablarte así, con lo que ha gozado".
¡Si es que hay gente que me saca de quicio!. Por cierto ¿Quicio está en Ecuador? ¡Ah, no!, eso es Quito, perdón.